Este mes de mayo, que nos da la bienvenida con el primer grito de campeón de nuestro fútbol en este 2011, nos invita también a preparar el bobo para las apasionantes definiciones en todas las categorías de ascenso.
Estaremos pendientes sobre quien se va directo, para arriba o para abajo, quien juega la promoción contra los equipos de Primera, y quienes disputaran el reducido. Sobre este último vamos a puntualizar en esta editorial.
Para los torneos de Ascenso, de la B Metropolitana para abajo la AFA otorga un solo ascenso directo (en la B Metropolitana son 22 equipos) de los cuales solo el primero goza el beneficio de subir. El segundo, marche preso y el noveno, tenga premio.
Pongámonos en el imaginario de un escolta. Defensores en la B ha realizado una campaña digna de campeón solo opacada por Atlanta, mientras que Acassuso, en la misma temporada ha cosechado 15 puntos menos. Si el torneo terminara hoy, ambos se enfrentarían y el esfuerzo de toda la temporada quedaría reducido a un solo partido.
Mas allá de la ventaja deportiva, que de poco vale si un equipo en 90 minutos mete un gol y se cuelga del travesaño, de esta forma están premiando a un equipo que ha realizado una campaña aceptable de mitad de tabla por sobre un sub-campeón.
Desde la AFA argumentan que si es el segundo equipo en puntos, que lo demuestre. Sin embargo, con ese criterio los demás han tenido 42 fechas para llegar al podio. Lo único que este sistema otorga es que los equipos terminen especulando demasiado y no quieran pelear el titulo porque un 9no puesto les alcanza.
Los reducidos, que de reducido justamente no tienen nada, solo son un premio a la austeridad y un boleto a un fútbol cada vez más mediocre y aburrido. Por este camino quiere ir la AFA. Por este camino va nuestro querido Ascenso.
Alejandro Romero
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