lunes, 10 de enero de 2011

``El fútbol me ha dejado muchos codigos para la vida´´


Cuentan que una vez, allá por la época de los 90, un loquito que quedaba libre en las inferiores de Quilmes buscaba seguir su destino en otro de los clubes grandes del Sur como lo es Berazategui. 

En algunos años, ese hasta el momento desconocido Diego Katip fue convirtiéndose en hombrecito, iba creciendo y jugando cada vez mejor. Llego su debut en Primera, el ascenso, sus goles y despedida. A lo grande, como lo que terminaría siendo en su carrera.

Pero ese flaquito goleador no se quedaba con poco. Siempre iba por más. Y se fue a Banfield, todavía en la B Nacional.  Luego, paso por San Martín de Tucumán, en la misma categoría. Tal vez era muy joven, pero la experiencia de estos pasos le quedo.

Un día llego a Temperley, y conoció a Daniel Bazan Vera, con quien formo una dupla goleadora temible que consiguió el ascenso a la B Nacional. Ahí comenzó a correr su nombre por todas las tribunas, con cierto miedo tal vez, de que los clave como lo hacia con casi todos los rivales que cruzaba. Ya era alguien en el fútbol, algo difícil, sabemos. No todos llegan, meten goles y consiguen ascensos. Cumplió el sueño del pibe.

En la B metro, pasó también por Tristan Suárez, Atlanta, Colegiales, Flandria y Comunicaciones. Todos claro, a puro gol. Volvió a la C para jugar en Argentino de Merlo y luego, si, la gran vuelta a casa.

 Un día volvió a su cuna y la postal era la misma. Ese naranja que siempre, por más que el jugador sea un trabajador y lo disimule bien, le tiró. Aunque su paso por el club del Sur no fue del todo bueno, pudo darse el gusto de volver al club al que tanto le dio, y que tanto le dio a el también. Ese amor, es reciproco.

Al año siguiente paso a Fénix, en Pilar, donde es el máximo referente de un club que lamentablemente, cada vez esta peor. El tiempo pasa para todos, obviamente ya no tiene 20 años, pero cuando el jugador es inteligente sabe que la experiencia empieza a pesar cuando el físico cambia, cuando las piernas no pueden, juega la cabeza. Por eso sigue metiendo goles.

Hoy, en una charla con El Ascensor, Diego Katip nos cuenta sus inicios, sus ascensos, sus mejores y peores momentos. Pasá y conocelo…


¿Cómo fueron tus inicios en el fútbol? ¿Quién era tu espejo?

- Empecé en Quilmes. Haciendo desde los 9 años hasta los 13 en infantiles. Después, hice los dos años en inferiores y me dejaron libre. De ahí me fui a Berazategui e hice 3 años de inferiores y a los 18 debute con Milozzi de DT, y desde allí no pare.

¿Cómo sentiste el cambio al Nacional B? ¿Porque creés que no pudiste consolidarte?

- Es una de las mejores categorías. Aprendí mucho y creo que no paso por no afianzarme. El primer año en Banfield fue muy positivo para mí y el segundo en San Martín de Tucumán no fue de lo mejor. Si bien tenia ofertas para seguir en la categoría, en ese entonces mi pase tenia dueño y el que decidía en gran parte era el, y piensan en su bolsillo. Apareció Tristán Suárez, le gusto la oferta y volví a la B.

 Jugaste en varios clubes de distintas categorías ¿Qué se analiza a la hora de elegir? ¿Qué diferencias encontrás en cada una de ellas?

- Lo que uno como jugador evalúa depende de la edad que se tiene. Cuando es chico, necesita una vidriera y a medida que va creciendo prioriza el dinero. Obviamente, en el ascenso tenés que ver donde arreglar en cuanto a la seriedad de los dirigentes y la fama que tiene el club en cuanto al cumplimiento del pago.

¿Cuál fue la emoción mas grande que te toco vivir en tu carrera? ¿La decepción más grande?

- Tuve varias emociones grandes. El ascenso con Berazategui y Temperley fueron las más grandes. No tomo las cosas como decepciones, tuve buenos y malos años, rachas positivas y negativas en cuanto al gol, pero decepción ninguna. Si hago lo que me gusta como va a ser una decepción.


¿Cómo viviste el ascenso con Temperley? ¿En cuanto crees que influyo haber tenido a Bazan Vera de compañero de ataque?

- Algo inolvidable que va a vivir por siempre en mí. Una emoción gigante. El haber tenido a Daniel de compañero influyo tanto en mí como en él por haberme tenido a mí de compañero. Hasta ese momento Daniel no era lo que fue después, creo que a los dos nos sirvió mucho ese ascenso.

¿Cómo se lleva la presión de estar peleando un descenso? ¿Que diferencia hay entre esa presión y la de pelear un campeonato con un club grande?

- El descenso es complicado de llevarlo pero igual no es lo mismo para un chico que para un jugador de experiencia. Este último lo trata de vivir sin tanta presión. El mas chico por ahí no lo puede manejar, y lo mismo pasa con la pelea de un campeonato con la diferencia que pelear arriba es mas motivador.

¿Qué representa Berazategui en tu vida?

- Es mi casa. El club donde nací futbolísticamente y del cual soy hincha. Lo quiero mucho mas allá de este ultimo paso mío donde no fui tratado como esperaba. No por la gente y el hincha sino por los dirigentes que pierden la memoria y no conocen la historia del club.

¿Qué enseñanza para la vida te deja el fútbol? ¿Que consideras que es lo mejor y lo peor del fútbol?

- Te hablo del Ascenso: Me ha dejado y enseñado muchos códigos de cómo manejarme en la vida. Vivir vestuarios y compartir con estos colegas que por ahí no piensan como vos pero a la hora de defendernos en la cancha era un ocio más, los amigos. Y lo peor en el ascenso es que lamentablemente dependes muchas veces de los resultados para poder cobrar. El hostigamiento en algunos clubes de los hinchas, creo que no le hace bien al fútbol.

¿Pensás seguir ligado al deporte una vez que te retires de la actividad?

- Soy profesor de educación física y ya hice el curso de DT. Así que es probable, esperemos que me abran las puertas para poder dirigir.

¿Qué le dirías a un chico que recién comienza?

- Que trabaje a conciencia, que aproveche sus buenos momentos porque esto es corto. Que se maneje con códigos de buena gente y que luche por ser el mejor, día a día, que en este deporte es la única manera de llegar. 

Alejandro Romero




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