El director técnico puede bien relacionarse con el líder de un ejército. Como tal, tiene la obligación de preparar y motivar a sus tropas para salir al campo de batalla. De pulir los defectos y potenciar las virtudes, de preparar lo preparado y lo inesperado del rival, en fin, tiene la responsabilidad de todo.
A lo largo del tiempo y la evolucion del deporte, este fue dejando de ser entrenador para transformarse en un técnico, justamente, alguien formado y preparado para enlistar a sus tropas. Como un técnico en sistemas. Pero el trabajo del técnico de fútbol no es fácil. No señor.
Es el primero al que se le cae si la cosa va mal, y el primero que se omite si la cosa va bien. El primero al que el suplente ve mal porque no juega, y también el primero que es mirado con malos ojos por un titular que no esta rindiendo como debe y le toca salir de los once. Por eso es el técnico el primero en irse.
Pero si de técnicos queremos saber, quien mejor que Gustavo Cisneros para explicarnos lo trivial y lo profundo de la profesión. Este comenzó su carrera en Victoriano Arenas, pasó por Excursionistas, Sacachispas (donde salió campeón) Lamadrid, Deportivo Español, San Telmo y en el exterior en Rampla Juniors de Uruguay y Unión San Felipe de Chile. Vaya trayectoria.
En una charla con El Ascensor, nos cuenta sus inicios, la diferencia entre el fútbol de ayer y hoy, su paso por el exterior y más, desde el punto de vista que solo un técnico te puede dar…
¿Qué diferencias encontrás desde tu etapa de jugador de inferiores en Lanus a los chicos de hoy?
- Sin duda existen grandes diferencias. Hoy en un mundo futbolístico tan globalizado, los chicos de 14 o 15 años, que quizás le falten 2 años para jugar en Primera creer que a esa altura pueden llegar y jugar ya.
Hoy los chicos quieren emular, copiar cosas de jugadores de Inglaterra, España, Italia. Quieren declarar jugar e imaginarse vivir como lo hace Messi. Se han perdido un montón de escalas de valores. Es el tiempo de ganar como sea, los chicos piensan en llegar, como sea.
Si les toca jugar frente a la Primera y le pueden pegar una buena patada o tirarle un caño al jugador mas referente del club, lo hacen. Eso antes era inaudito. El ídolo era el jugador mas referente del club (en mi caso Villagran) ¡Ahora no! Porque quizás el máximo ídolo del club sea un niño de 18 años.
Desarrollaste tu carrera en el Ascenso. ¿Que diferencias encontrás entre el Ascenso en aquel tiempo y el de hoy?
- El Ascenso ha progresado muchísimo, sin querer decir que es mejor que antes eh…Antes el espíritu amateur, el sacrificio eran palabras sinónimo del ascenso.
Hoy en día hay muchas mas presiones, los técnicos, jugadores, son mas vulnerables por esto mismo, la presión de ascender si o si. Las pocas posibilidades de ascenso que hay en la B, la C y la D hicieron que sea a todo o nada, hay muy pocos proyectos, planificaciones, hoy es el día a día.
Ganas o no servís, ganas o afuera, hoy estas categorías están mucho más profesionalizadas. La TV, las páginas de Internet, las radios de ascenso, las partidarias, todos saben de todo. La competencia en el ascenso hace que muchísimos jugadores puedan destacarse en Chile, Uruguay, Perú, Colombia, Ecuador y Venezuela.
La experiencia, el rodaje que te da el ascenso logra que si uno tiene la suerte de poder ir a estos países encuentran la tranquilidad de preocuparse solo por jugar. Se sacan la presión de ganar como sea, de pensar que si se pierde puede pasar algo entre semana.
Pasando a tu carrera como DT. Conseguiste dos ascensos con Sacachispas ¿Cuáles fueron las claves?
- Hoy a la lejanía, parece que fue o fuera facil ascender dos veces en tres años al mismo club. Fue una experiencia maravillosa, ambos ascensos fueron muy difíciles, nos cruzamos grandes rivales.
El primero, un Fénix gerenciado, un desafío increíble para un plantel totalmente amateur, muy sacrificado. El segundo fue mucho más difícil y emotivo en lo personal. Justo Victoriano Arenas, que como jugador di dos vueltas olímpicas (1990 y 1995).
La clave en Sacachispas siempre fue la confianza de la familia Larrosa para con mi cuerpo técnico y principalmente la identidad que se logro en forma de grupo con los jugadores. Los dos planteles campeones eran grupos convencidos y audaces a la hora de jugarse todo por el todo.
¿Cómo ves hoy al club?
- Hoy Sacachispas se afianzo en la divisional, estuvo dos veces cerca de jugar la promoción para ascender a la B Metropolitana. El club crece en infraestructura, quizás el barrio esta cada vez mas marginal, un poco la situación de la zona opaca el gran trabajo que esta haciendo el club.
Te caracterizas por ser un técnico que siempre mantiene a sus equipos en los primeros lugares ¿Cuál es el secreto?
- No creo que haya un secreto. Si, uno depende siempre del jugador, es por eso que lo que uno trata es siempre ser claro, tener convicción y desde la ambición proyectar objetivos importantes, desde lo grupal, después todos tenemos nuestro ``caballito de batalla´´
En el trabajo diario, hoy con los jugadores es todos los días hablar siempre en positivo, estar pendiente de cómo llevarlos al máximo del rendimiento, tácticamente que entienda, que se le haga simple lo que uno pide.
Nos caracterizamos por ser muy disciplinados, de creer y hacer que hay un único camino en estas categorías… ¡la ambición! De llegar, de ganar, salir campeón, de jugar o dirigir en Primera. Yo lo logre, siempre en el día a día disfrutando de lo que hago y queriendo progresar siempre.
¿Cómo viviste tu experiencia en Uruguay?
- Era mi primera experiencia en el exterior. Llegar a Primera División, a un club con mucha historia como lo es Rampla Juniors. Pero la expectativa, las ganas, el mismo trabajo que hicimos fueron superados por la decepción, de que te hagan sentir demasiado extranjero.
Nunca me permitieron entrar al campo de juego, prácticamente no te dejan revalidar el titulo de técnico, tuve muchos problemas de entrada en la parte administrativa con la AUF (Asociación Uruguaya de fútbol).
La empresa gerenció Rampla, me eligieron para ser DT y se portaron muy bien, pero era insostenible estar peleando día a día la posibilidad de trabajar libremente, así que enseguida pase a coordinar inferiores.
Hicimos un trabajo muy bueno, con Urbina mi ayudante y Graieb. Hoy sigue dando frutos ya que debutaron unos 6 jugadores de este selectivo que formamos.
También conocí mucha gente de fútbol, históricos charruas, Carrasco, Darío Silva, Toto Aguilera (Periodista). Termino siendo igual una buena experiencia con el dolor de no poder trabajar en lo que quería y como tendría que ser.
Nos vamos a Chile ¿Qué pensás de las empresas que manejan el fútbol?
- El fútbol chileno progresa desde la visión empresarial, la seriedad, el cumplimiento, la organización, las reglas en general hacen serio el fútbol a un nivel muy bueno.
Quizás le falte el espíritu de competencia que se vive acá desde la formación de inferiores, y también el trabajo grupal, como pasa acá, en cuanto a la dirigencia, cuerpo técnico y jugadores deberían estar mas unidos peleando por un mismo objetivo.
Creo que eligen muchos técnicos argentinos por eso mismo. Para contagiar optimismo, ambición, hambre de gloria, que por ahí al técnico o jugador chileno le falte.
¿Que sensación te dejo no poder participar de la Copa Sudamericana?
-Realmente fue la cuota pendiente. Viaje al sorteo, teníamos todo armado para enfrentar a Guaraní en Paraguay, pero justo tenia decidido volver.
Fue muy duro pasar el terremoto con mi señora y mis 4 hijos, eso hizo que se atrasara mucho el tema del visado, si para junio no volvía los chicos perdían el año escolar, sumado a la intranquilidad de los sismos hizo que me vuelva 5 meses antes de lo pensado.
Logramos en 17 partidos, 15 de la primera rueda más 2 de la Copa Chile, el 45 % de los puntos, que para un equipo chico, el menor en presupuesto, después de 6 años de no estar en Primera muy positiva la campaña.
¿Cómo ves el presente de Excursionistas? ¿Qué diferencias encontrás en el club entre tu anterior etapa y la actual? ¿Qué creés que le falta al equipo para terminar de pelear arriba?
- El club esta bien, se respira y se recuerda mucho, las frustraciones pasadas, la cantidad de finales perdidas, de decir este año… y nada, siempre en la C.
Esperemos en estos dos años por delante que tenemos de trabajo, ir mentalizando primero el jugador, con la tranquilidad y el esfuerzo de los dirigentes, y proponiéndonos objetivos mas cortos, mas pensar en el día a día, solamente en el próximo partido, eso nos va a ir llevando por el camino correcto, sin meternos presión de tener que ascender si o si.
Esto nos va a dar la posibilidad de ir aprendiendo, ganar finales sábado a sábado, superar al rival de turno como único objetivo. Después veremos para que estamos en la última fecha, hay plantel, se comenzó una etapa en medio de la primera rueda, se fue consiguiendo identidad futbolística, reforzamos según la necesidad, sacamos el 63 % de los puntos, tenemos la valla menos vencida.
Planificamos una muy buena pretemporada, y un año muy duro de trabajo con la ilusión de siempre: el ascenso.
Alejandro Romero
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