miércoles, 2 de febrero de 2011

Historia de Ascenso: Club Comunicaciones




El comienzo de esta historia data del año 1954, cuando el por entonces presidente Juan Domingo Perón cedió al club los terrenos (propiedad del Estado Nacional) delimitado por las calles Francisco Beiro, las vías del Ferrocarril General Urquiza, Tinogasta y Avenida San Martín, con el fin de desarrollar actividades sociales, culturales y deportivas de tan mencionada institución.

Con el paso de los años, el crecimiento del club iba a pasos desmedidos. Las masas societarias aumentaban, los famosos carnavales, la práctica deportiva, todo.

Sin embargo, una manzana podrida puede pudrir al cajón. Así fue como el Club Comunicaciones, con malas administraciones, un día decreto la quiebra. Se robaron hasta lo que no había.

Esto obligo a la justicia a intervenir el Club por un Órgano Fiduciario, comandado por el juez Fernando D’Alessandro y el abogado Eduardo Fenocchieto, cuya función es administrar al club hasta levantar la quiebra.

He aquí el problema. El club esta en manos de gente que, lejos de buscar sanear la economía, buscan hundirlo hasta el punto que sea imposible levantar la quiebra.

Se preguntaran porque. Simple. El club tiene un valor de 150 millones de pesos, por lo que, de no sanear la deuda, cualquiera que cuente con 10 millones de pesos (valor de la deuda) puede quedarse con el club. Vaya negocio.

Lógicamente, semejante negocio atrajo interesados. Uno de ellos es Hugo Moyano, líder de la CGT. Vamos a aclarar que más allá de gustos este es un gran sindicalista para los suyos. Terminemos con las mentiras de los diarios aliados de las corporaciones a quienes no les facilita su negocio. Busquen algún camionero que este insatisfecho, y sin quitarle la plata del bolsillo a ninguno de nosotros.

Así todo, su proyecto, en este caso, consta de cambiarle el nombre, los colores y la fisonomía al club, por la cual desde aquí repudiamos la iniciativa.

Otros interesados son Daniel Hadad, quien tampoco tiene buenas intenciones (construir un edificio o shopping ahí) y el Gobierno de la Ciudad. Recordemos que este mismo Jefe de Gobierno, Mauricio Macri, hace algunos años atrás era uno de los interesados en pagar la deuda, perjudicando al club, para construir la cancha de Boca ahí. Seamos sinceros, a el, el Club Comunicaciones como actividad deportiva y social, le importa un carajo.

La única solución viable es que el club extermine a la mafia que tiene al mando y ser administrado por los socios, generar recursos propios y aumentar las masas societarias, para que el club vuelva a ser lo que un día fue. En manos de su gente.

Alejandro Romero

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