miércoles, 22 de diciembre de 2010

Del Ascenso para el mundo: Darío Conca



 Ni el olvido de su gente, ni haberse sentido rechazado por las veces que le dieron la espalda, ni la indiferencia con la que tantas veces se lo ha tratado, pudieron con él. Porque adentro suyo, siempre estuvo convencido de lo que valía. De lo que sabía. De lo que jugaba.

 La historia de Darío Conca comienza en las inferiores de Tigre, allá por 1999, cuando todavía el Matador formaba parte de los torneos de ascenso. Flaquito, habilidoso, no le temblaban las piernas para enfrentar a los rudos y ásperos defensores, hasta dejarlos en ridículo. Un atrevido, en el buen sentido.

 Con solamente 15 años, una zurda hábil y desfachata, como era de esperar, no tardo en llamar la atención de los grandes clubes.

 Solo un año los matadores pudieron disfrutar de su joyita, ya que, River Plate, que en ese momento contaba con una de las canteras mas importantes de los últimos tiempos, le abrió las puertas para unirse a su elenco de estrellas, que también contaba con otro nene como Andrés D’Alessandro.

 La primera de River, por aquel año 2000 gozaba de uno de los mejores planteles de los últimos tiempos. Aimar, Saviola, Angel, por citar algunos.

 Fueron pasando los años y los millonarios seguían repletos de estrellas, por lo que el joven Conca seguía esperando sus chances desde la Reserva.

 Llego el 2003, el del Boca de Bianchi, cuando Boca salía campeón de todo y River lo sufría de manera proporcional. Entonces, el entonces presidente José Maria Aguilar contrató a Manuel Pellegrini, y trajo dos jugadores de nivel como Daniel Montenegro y Marcelo Gallardo, justamente en el puesto de Conca.

 Ese equipo tuvo un gran arranque pero termino mal y –post derrota con Boca- el chileno decidió mandar a la cancha un equipo lleno de suplentes, ya que decidió cuidar a los titulares para la (frustrada) final de la Copa Sudamericana.

 En este contexto, Conca empezó a tener oportunidades aunque excasas, no alcanzaban. Debuto en River en un partido frente a Chacarita, reemplazó a Daniel Ludueña.

 Al año siguiente, asume Leonardo Astrada y sale campeón, aunque tampoco lo tiene en cuenta, con Lucho Gonzalez, Montenegro y Gallardo como titulares indiscutidos.

 Cansado de esperar la oportunidad que veía no llega, se fue a la U Católica de Chile. Aquí pudo empezar a demostrar algo de lo que pintaba. Crack, y figura, salio campeón del Torneo local y llevo al equipo Semifinales de Copa Sudamericana, haciendo una interesante dupla ofensiva con el Polo Quinteros.

 Volvió a River, aun dueño de su pase, en 2006 pero lo volvieron a ceder a Rosario Central. Aquí llego para armar un plantel competitivo, que también contaba con las vueltas del Kily González y el inolvidable Wanchope.

 Su paso por el Canalla no fue del todo positivo y armó las valijas nuevamente, esta vez a otro país vecino. Al país de los carnavales y las caipirinhas.

 Firmó en Vasco Da Gama (300.000 dólares mediante) por un año, donde, si bien no pudo demostrar todo lo que sabía, fue una pieza importante del equipo. Tal fue así que los directivos quisieron renovarle pero…días después apareció firmando el contrato con el Fluminese, uno de los equipos más grandes de Brasil.

 Aquí definitivamente, encontró su lugar. Tuvo un excelente año, la rompió en casi todos los partidos y condujo a su equipo a jugar la final de la Libertadores, que perdió con el todavía sorprendente Liga de Quito.

 Vencido el préstamo, los del Flu no quisieron largarlo y desembolsaron casi 3.000.000 de dólares por el 100% de su pase. Mal no hicieron.

 En 2009, con el Flu peleando el descenso, Conca se puso el equipo el equipo al hombro y logró la salvación, a pura gambeta de potrero que tanto lo caracteriza y goles de antología. Tal es así que fue elegido como el mejor jugador del Brasileirao. Si, es argentino, y en Brasil.

 Este 2010 que termina, fue el año bisagra para Conca. Terminó de explotar, de formarse como jugador, fue nuevamente elegido el mejor jugador del Brasileirao, fue campeón del Campeonato Brasileño y renovó su contrato con el club hasta el 2015.

 Hoy por las calles, los medios,  y todo aquel que hable de fútbol en Brasil, habla de Conca. Nadie entiende la no convocatoria a nuestro Seleccionado Nacional y más de uno se pregunta que pasaría si en vez de calzarse la celeste y blanca lo hace con la verdeamarela. Hoy, a esta altura, ya es un dilema nacional.

 Cabe aclarar que en Brasil juegan D’Alessandro, Deco, Neymar, y Ganso entre otros cracks… Pero el mejor es Conca. Si, el mismo al que todo un país le dio la espalda y tuvo que irse lejos para que alguien se acuerde de el. Por suerte para nosotros, todavía es argentino. Y salido del ascenso.



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