''En los últimos años me vivía dando inyecciones para poder estar en los partidos''

 El arquero. Puesto difícil si los hay. De ser el héroe del día, volando de palo a palo, descolgando todo centro que cruce el área recibiendo ovación de lo cuatro costados, a ser el malo de la película, el villano, tras un error, como puede tenerlo todo humano. Pero al arquero no se lo perdona.

 Pero este no tiene manos. Sáquenlo. ¿El suplente que tal anda? Pero sabes menos mal que tenemos este arquero porque si no nos comemos 8. ¿Viste la pelota que sacó? Es un fenómeno. Es así, en un mismo partido, de un minuto a otro, de una jugada a otra. Por eso, dicen que es un puesto ingrato.

 El arquero nace, no se hace. Ya desde chiquito existe esa manía por impedir que el rival se vaya feliz y que tus compañeros y hasta rivales te aplauden una y otra vez, envolviéndola entre las manos para dejarla ahí, muertita, para volver a reiniciar el juego.

 Pero no cualquiera se puede parar en el arco y pasar desapercibido, no. No es para cualquiera. 

 El arquero cuenta en si desde adentro con una personalidad, un carácter y porque no, un poquito de locura que solo el que lo vive lo entiende. También esta lo físico, casi al punto de convertir a una persona en una máquina. Por eso, dicen que no es un puesto fácil.

 Pero si de arqueros tenemos que hablar, que mejor que conversar con Leonardo Aguirre. Quién mas que él, que pasó por casi todas las categorías, desde River a Brown de Arrecifes, con mayoría de pasos exitosos y hasta incluso ascensos de divisional en varias oportunidades, por eso el grato recuerdo del hincha hacia él en la mayoría de ellos.

 Hoy ya retirado y ejerciendo un puesto entrenando arqueros en Platense, nos cuenta sus inicios, su trayectoria y ascensos y esos secretos del puesto que solo un arquero te puede contar…

¿Cómo fue tu decisión de abandonar la actividad? ¿Te sentías preparado?

- Era algo que venia planificando, principalmente por el arrastre de lesiones. En los últimos años me vivía dando inyecciones para poder estar en los partidos y nunca regulaba en la semana. Quería estar siempre a pesar de los problemas físicos.

Tuviste la posibilidad de jugar en Primera. Desde el arco, ¿Qué diferencias encontraste?

- Es la elite. Llegas a cualquier estadio y te recibe la prensa del país, están todos los micrófonos cámaras, el nivel del piso de las canchas, es otra cosa. Aparte en Primera juegan todos bien, están los mas dotados física, técnica y mentalmente.

También tuviste la chance de ascender en distintos clubes, ¿Cual crees que es la clave?

- Una de las clave de los ascensos son los grupos buenos y el recambio de jugadores. Es fundamental contar con 16 jugadores titulares, aunque lamentablemente solo jueguen 11. Me siento un privilegiado en eso. Jugué en 4 categorías y en todas logré junto a mis compañeros cosas muy importantes. En el River campeón del apertura 1993, donde no llegué a jugar, en Brown de Arrecifes 97 del argentino A al Nacional B, en Gimnasia de Jujuy 2005 del Nacional a primera A y en Los Andes de la B al nacional 2008.

¿Qué extrañas de la actividad y que no?

- Extraño un poco el ser protagonista. Es mas no jugué nunca más un partido en 6 meses que dejé la actividad.

¿Cómo te preparaste para tu nuevo rol de entrenador de arqueros?

- Siempre guarde cosas que creía convenientes para el puesto, fui sumando trabajos y perfeccionándolos, luego hablar con amigos que trabajan en esto como Argueso de chacarita, Coldeira de arsenal y Saccone que estaba en Independiente

Desde tu debut como jugador ¿Qué diferencia notas entre el arquero actual y el de ese tiempo?

- Antes atajabas como sabías, era todo por instinto natural. Ahora el trabajo del arquero es muy fino y lo perfeccionas todo el tiempo, todos los días. Es más en mi caso siempre quise mejorar, por ejemplo en Comu, estaba Fernando Dubra que me enseño muchísimas técnicas como pararme con balanza, que hace unos años eso no existía.

¿Cómo lo ves al Oso Sánchez e Iván Noy?

- El Oso esta para cosas mas importantes que la B, tiene una regularidad que asombra y fuerte de cabeza que es fundamental en el puesto. Con Iván trabajamos muchísimo desde su llegada, bajo 8 kgs y nunca dejó de trabajar y perfeccionarse, le tocó jugar y la verdad que la rompió. Para mí y por mi primera experiencia en el trabajo, me llenó de felicidad ver los resultados que dieron jugando.

¿Qué representa Platense en tu vida?

- Soy hincha, juegué en el club desde los 8 años hasta llegar a Primera, toda una vida. Hasta mi hijo Ramiro es hincha, ¡una alegría!

¿Qué le dirías a un arquero que recién comienza?

- Que disfrute, que se divierta y que trabaje mucho ¡que el puesto es maravilloso!

Alejandro Romero